Colisiona en Ushuaia la belleza del paisaje con los choripaneros del fin del mundo

El titular de la Fundación Ushuaia XXI, Julio Lovece, reflexionó sobre la situación del turismo de Ushuaia, donde hay lugares sobreexplotados mientras que no se aprovechan otros en las cercanías. Particularmente se refirió a la sobrecarga del sendero que va a Laguna Esmeralda, que no tiene vigilancia ni control, donde se han instalado manteros que ofrecen servicios informales. Algo similar ocurre en la ciudad, cerca de monumentos históricos, con los puestos de choripán. “Es algo que ni siquiera guarda respeto por nuestra historia y por nuestros símbolos”, dijo. Como alternativa podría destinarse un espacio para una feria, que es habitual en otras zonas turísticas, donde podrían ofrecerse comidas típicas y sumar la venta de artesanías. La visita a estas ferias podría venderse como producto, con la garantía de “buena salubridad y buena calidad de servicio”. No comparte la idea de privatizar el acceso a los atractivos, y en cambio podría permitirse la instalación de confiterías, en una interacción entre el Estado y los privados que den servicios de calidad.

Ushuaia25/09/2025Radio FM AmistadRadio FM Amistad
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 El titular de la Fundación Ushuaia XXI, Julio Lovece, reflexionó en el programa ‘Buscando el Equilibrio’ por Radio Provincia sobre la situación del turismo en el fin del mundo, a partir de las críticas de la Cámara de Turismo por la falta de infraestructura turística y la aparición de manteros. “Cuando la situación es inestable en el país, el turismo genera expectativas porque todos quieren aferrarse a actividades que generan un beneficio, puestos de trabajo, el desarrollo de emprendimientos y salida laboral. Hay una sobrecarga turística en determinados destinos y en el Parque Nacional ya es un tema que viene desde hace décadas. Tenemos que lograr que los flujos turísticos se vayan distribuyendo de una forma más racional y más equitativa en diferentes atractivos y que no se concentren siempre en el mismo lado”, expresó.
“Hay atractivos que son emblemáticos, uno es el Parque Nacional, otro es la zona de los lagos hasta Tolhuin, el Citytour, la navegación, y son los mismos atractivos desde hace 40 años. Es bueno ir abriendo un abanico de alternativas, diversificar la oferta y segmentar la demanda, porque va cambiando. Hay gente que ya no quiere hacer lo que se hacía hace 20 ó 30 años, el trekking es algo que ha crecido y va a seguir creciendo, lo mismo todo lo que es turismo alternativo”, planteó.
“Por suerte tenemos agencias trabajando en ello, que han armado productos muy buenos, pero a veces las cosas se concentran cerca de la ciudad y vemos una sobrecarga en el sendero a Laguna Esmeralda, donde no hay vigilancia ni control estricto, y eso genera la sobrecarga del sendero, que lo arreglan y se vuelve a romper, y se va lesionando el atractivo cuando se rompe el sendero original. Hay oferta de servicios informales en el acceso, porque la gente busca alternativas para ganarse unos mangos y es un tema bastante complejo”, dijo.
También faltan medidas de seguridad en la zona. “La respuesta depende de diferentes instituciones. Yo no soy especialista en Vialidad, pero habría que hacer un playón para mejorar el área de estacionamiento, debiera haber mejor señalización y asegurar al pasajero que tiene que desviarse hacia ese sector. Son alternativas que no dependen de la provincia sino de Vialidad Nacional. La provincia no tiene autoridad para intervenir en este tipo de cosas. Por otro lado tiene que haber determinada infraestructura. Hoy se está evaluando la posibilidad de concesionar a un privado ese sendero, que tiene mucha sobrecarga. Se plantea que, con lo que recaude el privado por el acceso a ese sendero, pueda tener una ganancia y hacerse cargo del mantenimiento y el control. Yo no soy muy amigo de eso y creo que el Estado tiene que estar presente, porque son atractivos colectivos que no deberían pertenecer a una empresa”, opinó.
“Eso no implica que en algún momento se decida que haya un refugio, una casa de té con baños, donde haya sí una concesión a un privado para que gane plata y garantice que la gente tenga un servicio. Todo es conversable y no creo que las cosas sean tan dispares a la hora de debatir estos temas. No soy amigo de generar una especie de boletería, y que haya que pagar para pasar. Si esa es la solución que va a encontrar el Estado, corremos el riesgo de que en cada atractivo tengamos en el futuro una boletería de alguien que está cobrando para acceder”, advirtió.
Puso como ejemplo los Parques Nacionales que en la Argentina “tienen un control estatal, pero dentro hay hosterías, restaurantes o casas de té y eso no implica que el Estado siga controlando al que no cumple con las normativas de un espacio protegido. El desafío es lograr un equilibrio, que se privatice pero que tenga una faz privada y una faz estatal. No creo que el Estado se tenga que desentender de eso privatizándolo”, señaló.
Marcó diferencias con Playa Larga, que está pegada a la ciudad. “Ahí se ha construido una infraestructura y hay cierto control que evita la mala utilización del atractivo. La orientación es buena pero a veces el Estado se encuentra detrás de la realidad y no alcanza a cubrir las expectativas. A veces el Estado se ve superado por una realidad muy dinámica que no se puede controlar en forma fehaciente”, observó.

Paisaje y choripanes

Con respecto a lo que está ocurriendo en Ushuaia, dijo que “hay cosas que se han hecho bien y ha mejorado bastante, pero hay un tema con la venta ambulante, porque se han instalado puestos en distintos sectores del espacio público, con venta de choripanes, de salchichas, de sándwiches y particularmente no me gusta. No estoy de acuerdo con eso. Me parece que el espacio público tiene que ser respetado, porque no podemos estar hablando de un bien patrimonial y poner al lado un puesto de choripán. Es algo que ni siquiera guarda respeto por nuestra historia y por nuestros símbolos”, cuestionó.
Como opción, indicó que “en otros destinos turísticos hay ferias y un espacio preparado con servicios, baños, cloacas, energía, mesas y bancos, donde se colocan puestos de gastronomía local, de artesanías y productos de todo tipo. Eso se puede vender como producto y garantiza buena salubridad y buena calidad de servicio, además es algo que se puede controlar. Lo que ha hecho este municipio es permitir que la gente se instale donde quiera y ahí está el error. Hay puestos de choripán al lado del busto de Laserre y hay carritos puestos en cualquier lugar que afectan el paisaje urbano”, sostuvo.

Nuevos nichos

Por otra parte instó a explorar nuevos nichos cercanos a la capital fueguina, porque “hay un desequilibrio en el flujo turístico que se dispara siempre para el mismo lado. Tenemos la contradicción de atractivos sobrecargados y a 50 u 80 kilómetros otros atractivos que están sub-explotados, como el corazón de la isla y la zona de Tolhuin. Toda la zona de la Laguna Negra tiene una belleza extraordinaria, la información turística es muy buena y todo eso tiene mucho futuro. Tenemos el problema de que la hostería de Lago Escondido no funciona, que San Pablo no funciona, Yehuin no funciona, y por ahora no pasa nada. Las termas es un producto singular, que puede generar una gran satisfacción e indudablemente se puede ofrecer, porque no está lejos”, concluyó.

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Ushuaia25/09/2025

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